No recuerdo el día en que nací, ni tampoco los tres primeros años después, solo imágenes borrosas, una cortina color chocolate que impedía el
paso de la luz hacia la habitación, unas
franjas delgadas traspasaban las
cortinas de la ventana indicando que era una cálida mañana, ignoro la fecha y el año pero esta imagen me acompaña siempre, Y me
remonta a otros recuerdos, como el sabor
de la leche con chocolate y la sensación de un biberón entre las comisuras de
los labios, esas pequeñas burbujas de
aire haciendo ese ruidito al pasar por la boca,
el olor del plástico y la combinación
de todo en un recuerdo. Nací en el estado de México, mis padres me registraron en Tizayuca
hidalgo, porque era el único lugar donde
no les cobrarían una multa por no registrarme a mí y todos mis hermanos a
tiempo; nací de madrugada, siempre desvelada, y dispuesta a compartir, incluso en el vientre
materno donde pase casi 9 meses al lado de mi hermano, mi mellizo mi cuate, quien es mi otro hemisferio, el que lleva los cálculos, y números,
la ciencia mi opuesto.
Tengo
otros dos hermanos, que aunque mayores siguen siendo parte de mi
entorno y mi vida diaria y agradezco que me involucren en sus vidas, porque así somos un todo en este mundo donde
quizás pensamos estar solos ellos nos acompañaran como amigos el resto de nuestras vidas.Es curioso como hay cosas que te marcan y te
llenan de vida, las primeras experiencias son todo, y quizás te manipulen en comportamientos
futuros, a mis 4 años aproximadamente
estando en el jardín de niños se acostumbraba hacer un campamento, y todos dormían en la escuela, cada maestra a cargo de su grupo; mi maestra
era alta delgada, tez clara, a mis ojos
lucia frágil, y tímida, pero con
semblante de un adulto responsable, su esposo
era alto robusto, y algo simplón, esa noche llegaría a discutir y a entrar en un conflicto, la mayoría escucharía el resultado de su
encuentro, tal vez no gritos! Porque los niños duermen, pero se valen las lágrimas
y nuestra confusión.Al día siguiente desayunamos un jugo de frutas y cereal donde
yo fue una estancia divertida, asando
bombones y acampando en salones.Siempre fui algo tímida y pero eso en este
mundo no funciona, así que en la
primaria me di a la tarea de hacer amigos y no solo compañeros de clase, mi primera amiga fue una chica la cual no
recuerdo bien su nombre, digamos lupita,
era tierna de una tez moreno amarillo, cabellos oscuros, usabas una colita con trenza Y un mono grande
de color rojo en la cabeza; Jugábamos a momentos, pero no creo que fuéramos amigas, no la
recuerdo mas, después conocí a Adriana, Adrianita como muchos les decían, era
muy bajitaMorena de cabello corto y lacio pómulos grandes
y cachetes redondos muy flaquita y con piernas que parecían romperse, Ojitos
jalados y algo pequeños era muy extrovertida y adelantada, en ciertos temas que
a uno como niño en edad de la curiosidad le interesaría saber y que vociferaba dominar, sabia que los animales se
apareaban talvez no lo entendía pero eso no le impedía tratar de explicar. A donde Adriana fuera la acompañaban dos
perros de ahí tal aprendizaje de campo, eran una cruza de chow chow color negro, ya adultos, A veces me invitaba a su casa a jugar muñecas
pero no quería ir, su casa parecía abandonada siempre llena de polvo y nunca servían
las cosas, además su mama solía regañarla a menudo y terminaba mandándome a mi
casa para poder "disciplinar a su niña ".Ella solo tenia dos hermanos que rara vez llegue a ver, Adriana siempre estaba
sola en su casa, aun con su astucia simplona fuimos amigas un tiempo hasta que
un día no se inscribió y su casa era renta,
no supe mas de ella hasta hace unos años me tope con su hermana y me
dijo que se había casado y tenía un hijo y que seguía igual de pequeña y
vivaracha.Para mis últimos años de primeria tuve otra
amistad Luz Elena se llama, era la sensación que ella sola se
peinara, usaban unos "cuernitos
" retorcidos, en esa época estaba
muy de moda. Yo me juntaba con luz Elena después de todo éramos amigas Pero no
me esperaba que tuviera una ligera tendencia a meterse en problemas y llamar la
atención decía estar enamorada del conserje, para mi lo peor era te gusta en
serio ese señor? los padres de luz Elena
estaban divorciados vivía con sus tíos cerca de la escuela y ellos la
cuidaban, no es que quiera decir que eso
propiciara su comportamiento pero el llamar la atención con algo de esa
magnitud? Las cosas sr calmaron supongo que le llamaron la atención y le hablaron
a su mama a solucionar el asunto, al
parecer el conserje era como su amigo y confidenteDe ahí que luz tomara esa cercanía de otra
forma. Después pasamos a secundaria juntas, a mi no me agradaba mucho que
digamos el cambio y no era buena socializando. Me aleje de luz porque tenia la
tendencia de meterse en problemas parecidos. Yo pase a segundo y conocí a quien sería una de
mis mejores amigas hasta la fecha mii hermana Michelle teníamos un
grupito, éramos varias, recuerdo los nombres exactos, Lucero Cinthya, Valeria,
Aracely, María y Laura, con nosotras se
juntaba un único hombre, ´pero todos éramos amigos y estábamos en el taller de
secretariado. Esa parte de mi secundaria fue la mejo todo era sencillo y perfecto,
no había complicaciones solo las espinitas de los primeros amores no correspondidos.
Perdí a una amiga en esa transición de peleas engaño s y desamores.La secundaria se me fue muy rápido quizá porque
me gusto bastante, porque reí demasiado,
por todo y nada en general. Una vez cuando la maestra de secretariado iba de un salón
al otro se le fue un pie a una alcantarilla, una compañera docente corrió
auxiliarla, no sin antes llamarnos la atención para que no nos levantáramos de
nuestros asientos , fue algo gracioso, no el que se cayera si no la reacción
que despertó en el grupo levantándonos todos al mismo tiempo y apresuradamente. En esta época disfrute mas las vacaciones de
semana santa, mi papa nos hacia asistir a las peregrinaciones, podía decirse que era un Tour por Juárez, era cansado,
pero al final del día nos recompensaba con una paleta del centro, yo elegía la de guayaba, . El centro siempre fue divertido para
mi, la mayor parte de mi infancia la
pase ahí, y sin embargo no recuerdo mucho más allá de las salidas nocturnas con
mis papas y a comer burritos por la juarez .Mis padres tenían la costumbre de viajar con
todos, y cada año visitábamos a mis
abuelos en navidad, ellos Vivian en el
estado de México, de hecho toda mi familia esta allá salvo unos tíos que
emigraron junto con nosotros cuando mi
cuate y yo teníamos un año de edad,
llevo prácticamente toda mi vida aquí,
por eso me considero cien por ciento de Juárez. Amo este desierto, no
digo que no me gusten otros lugares de mi país pero me gusta mi juaritos.
Visitar el estado de México cada año era una
costumbre, gran parte de mi infancia está
llena de momentos chingones de allá, la
vegetación y el clima son muy ricos, uno
puede dejarse llevar fácilmente; desde
que emprendíamos los viajes en carretera era toda una experiencia, y compartir casi 18hr en una auto con tu familia
y niños pequeños no tanto cuando cruzas
este desierto ves los cambios en el paisaje,
sabes cuando sales de chihuahua por la vegetación, sabes que entras al sur de la república por
el paisaje verde a las orillas de las ciudades, nuestra primera parada es en delicias, aquí solo puedo decir tacos, no importa si era de noche o día llegábamos a
un lugar llamado el borrego de oro, la carne
de este lugar era deliciosa, no recuerdo
haber probado una carne tan suave. A las salidas del norte era normal solo
toparte barbacoa, y aun se agradecía. Pasando
por Querétaro, Zacatecas san Luis potosí, que es de los que más recuerdo, empiezas a ver los cerros verdes, las personas son distintas , pero siguen siendo amables, la maldición de los viajes en familia era
siempre descomponerse la camioneta en Zacatecas, y de madrugada o noche,Cuando era difícil conseguir ayuda, el frio de zacatecas en épocas de invierno
era muy extraño, se soltaban aires muy rápidos
que te congelaban la cara, dos veces nos tocó quedarnos en el mismo lugar, un paradero
con un café en una esquina que se enfriaba más rápido de lo que podías tomártelo, mis hermanos y yo acostumbrábamos a poner los
pies en las ventanas, pues en la camioneta hacía un calor un tanto bochornoso y
salir no era una opción si no querías congelarte, así que poner los pies al vidrio con
calcetines nos hacía sentir mejor. Esperando
las reparaciones del día siguiente nos pusimos en marcha. Llegando al estado de
México los árboles y sus copas son otra cosa,
muy altos, de un verde oscuro y
el follaje tupido, las carretas se hacen
largas y curvas altas, eso me parecían, y un clima que considero estupendo para épocas
decembrinas, mañanas cálidas, y noches
algo frías pero disfrutables. La ultima caseta es la de México, con
las enormes X con colores de la bandera,
era el alivio amas grande después de tantas horas, con las piernas encogidas,
nosotros tomábamos una desviación, a un
lugar llamado zumpango, en ese entonces
un pueblo, ahora es más una ciudad con
un tráfico molesto, el Zumpango se mi
infancia el que yo recuerdo, sin
contaminación con neblina, con roció de
mañanas frías aves cantando como despertador,
ese que aun mantengo en mi recuerdo . Y
como no amarlo, un establo con vaca, pollos,
guajolotes, cerdos, conejos, borregos, columpios
en arboles gigantes, caminitos calles de terracería, y sonideros en cada barrio.En las mañanas era despertar con el cantar de
las aves, las vacas mugiendo, y todo parecía una orquesta de animales de
granja, siempre al amanecer comenzando
con el gallo, los días ahí pasaban lentos
y tranquilos, las personas que comúnmente transitaban a pie eran los que vendían
la leche y la miel, uno tenia que salir
con su jarrita de litro a pagarla si es que tus vacas no estaban listas . Mis
abuelos trabajaban en el campo y recogían alfalfa para los animales en unos
terrenos que tenían a las afueras del pueblo,
mis hermanos y yo nos subíamos al carrito de la leche o la carreta de
alfalfa, y después de recogerla era
mejor aun, pues se sentía como una cama fresca
y cómoda, a veces pasábamos a la plaza,
había todo tipo de cosas, yo pedía
pasar a la cremería, por un yogurt alpura, esos que parecen crema,
aquí en Juárez no se acostumbra pero allá lo que se consume es esa
marca, y la leche igual, aunque su sabor nunca me gusto, Las plazas eran como grandes carpas de colores
y siempre olía a yerba y tierra, al llegar a la carnicería era un espectáculo
ver tantos cuerpo de animales colgados y sangrando, no muy apetitoso . Los viernes son los días
de plaza donde todo es más barato, esa
costumbre se sigue hasta ahora a pesar de que ya hay centros comerciales como
bodegas y superamas, la gente consume en
las plazas y quedarse a comer es un extra. Para mi los días festivos eran los más
esperados, uno se prepara para las
posadas, y la decoración, lo que se va a consumir etc. Mi familia solía
hacer todas las posadas, comprábamos la
piñata, los dulces la fruta e invitábamos a los vecinos, cada quien con su letanía y velas pedíamos
posada, era muy común ser invitado por
la gente que vivía a los alrededores, y
el 24 que se efectúa la última posada, se arrulla al niño con grandes bengalas
y velas, solo una vez me toco hacerlo y me
queme con una luz y la cera, casi lo rompo,
y ante la expectación de todos me di cuenta que lo cuidan bastante
incluso te hacen darle un beso en la frente. Yo paso la navidad y el año nievo en la casa de
mis dos familias, la comida es
completamente distinta, el menú en casa
de mis abuelos paternos es tamales, Buñuelos con jarabe de pilonsillo y anis, ensalada de betabel, pambazos y ponche,.
En
casa de mis abuelos maternos es pierna enchilada con piña, ensalada rusa, espagueti pan, pollon con mostaza y flan o pastel, a veces cambiamos
a pozole en año nuevo. Terminando las fiestas regresamos a casa, o si a ni padre le da la loquera de la nada
saca viajes improvisados, y era de regla
que nos llevara cada año a Acapulco,
pero como todo era tan pronto, nunca
llevábamos más que dos mudas de ropa y batallábamos para buscar donde
dormir, mi padre nos llevaba a la renta
de pequeño s departamentos que incluían cocina, y dos recamaras con cuatro
camas, solo pasábamos dos días ahí, pero
valía la pena, cuando uno viaja cada año
a algún lugar se da cuenta de los cambios y para mi el Acapulco de mi infancia
ya era demasiado poblado y sucio, por lo
menos en la zona turística, nosotros solíamos
aventurarnos a las afueras donde incluso una vez nos topamos con delfines y
palmeras de done sacábamos cocos para comer. Estábamos tan apartados que la única
tienda era un pequeño jacalito donde lo único que conseguimos fue pan de caja, atún
y papas fritas, jamás me había sabido
tan bien un sándwich de atún y papas, quizá
s era el hambre de nadar todo el día pero el sabor no se me olvida. Antes no podía
agradecer el que mi padre amara viajar y nos llevara consigo, odiaba esos viajes de domingo de excursión a escalar el cerro, o salir de improvisto a la cierra donde
inevitablemente me mareaba y terminaba vomitando, pero ahora soy yo la que
busca salir y viajar y conocer.De regreso a casa después de las
vacaciones, lo único que se desea es
llegar a tu casa y disfrutar de tu cama, viajar es chido pero nada como tu
hogar. Como todos llega el momento en el que ya no nos
gustan las mismas cosas, empiezas a salir mas con tus amigos y dejas de lado un
poco a tu familia, en ni época de preparatoria, todo parecía marchar bien, conocí mucha gente nueva a mi alrededor, y a otra de mis mejores amigas Cinthya, fue en la clase de física, yo no entendía
nada de lo que el maestro explicaba, y
me sentaba a su lado, le pregunte sobre
la clase y ella parecía ignorarme, creo
que no le caía muy bien pues no deseaba
entablar una conversaciónIncluso hoy me pregunto que nos une y como es que llegamos a ser tan amigas.Nuestro grupo era más grande ahora tina, diana,
Mauricio, y Luis . Asistíamosa la juarez y a fiestas la verdad es que
comenzamos a beber desde tiempo atrás, solíamos
usar las identificaciones de nuestras hermanas para colarnos en el ole, y comprábamos unas bebidas llamadas.
Moraditos, que era mas sprite y jugo de
uva que vodka. En una de tantas fiestas conocimos a un grupo de amigos, ellos eran mayores que nosotros, pero no parecía importarles pasamos muchas
fiestas juntos, conocí buena música y aprendí
apreciar todo tipo de géneros, pasábamos horas escuchando clásicos, había días
donde nos juntábamos en casa de diana, y
nos acostábamos juntas a escuchar radio head,
sus letras nos eras especiales aunque algo melancólicas. La preparatoria
se fue rápida, elegir lo que seguía era
difícil, en mi niñez solia dibujar cosas y pintar cajitas de regalo, todo lo
que fuera construir, dibujar o pintar me llamaba la atecion, pero creo que no
sabia enfocarme, ahora comenzaba a dibujar
diferente, mis trazos eran más
toscos, y comenzaba a experimentar con materiales
sencillos, no podría denominar que era lo que yo hacía, pero si se que lo que hacía
me gustaba mucho, y jamás tome en cuenta que me ayudaría a elegir el lugar en donde
estoy.
Para poder entrar a la Universidad mi cuate y
yo debíamos trabajar, yo en una pizzería en dominós para ser precisa y el en comida china, es curioso que al
trabajar o por lo menos en mi caso el primer día ya deseaba renunciar, mis papa
y mis hermanos me dijeron prueba unos días y si no te sientes a gusto pues lo
abandonas, yo iba con la mentalidad de bajarme del barco a los tres días y dure
casi un año, aunque era mucha presión me
gustaba, era divertido y a veces chocante. Aprendí hacer pizzas, tambien a que
el acelerador y closh de las motos son peligros y más cuando ese vehículo de
dos ruedas pesa más que tú y no tienes ni idea de cómo se frena en tu primera lección
y terminas estampándote en la pared del estacionamiento. Nada te prepara para
un trabajo ni para las experiencias que vivirás, por más que pienses que es
sencillo, no lo es. Había una parte del trabajo donde nos mandaban a dejar
volantes a los fraccionamientos cercanos del establecimiento, nos mandaban en
parejas, una recepcionista y un repartidor, yo iba con un tal beto, la verdad
no nos llevábamos bien, manejaba horrible y casi se estampa conmigo a bordo en
unas de nuestras famosas excursiones de volanteo, una vez el tal beto hizo una
maniobra llamada “willis” donde levantas la moto de la parte de enfrente y
avanzas con una sola llanta, los accidentes suceden muy rápido y en un instante Alberto se encontraba
en el piso de la calle con el talón destrozado y gritando de dolor, la moto
solo tenía un raspones, rápidamente nos acercamos a auxiliarlo, estábamos en
los fraccionamientos detrás del parque central y el decidió llevarse la moto
lento y no mencionar nada del accidente hasta llegar al local, probablemente mentiría
al respecto para que el seguro cubriera todo.Al salirme de el dominos estuve un tiempo sin
trabajo, es curioso pero en ese tiempo libre no recuerdo nada particular o de
importancia tal vez días monótonos.Aplique para entrar a la Universidad a y opte
por diseño de interiors ya que no quería perder tiempo, pensé que después podría
cambiarme, al principio me agrado bastante y parecía fácil, con el tiempo fue tediosa
y no me motivaba para nada, en esa etapa pase por muchas cosas juntas, el nacimiento
de mi primer sobrino al que cuidaba mientras hacía tarea, conseguí empleo y
tuve mi primer novio formal que en realidad era mi jefe, una relación que por
obvias razones no iba a durar, además que era siete años mayor que yo, ya había
estado casado y tenía un hijo, yo lo quería pero no estaba enamorada de el,
antes de que las cosas avanzaran a mas
todo termino. Pero tiempo después para mi sorpresa me topé con un amigo
de la prepa el cual me gustaba, o más bien era un capricho mío, creo que al empezar a salir nos dimos cuenta que nosotros
siempre seriamos amigos, en aventuras del amor solía aburrirme bastante. Cuando
me Salí de estudiar comencé a trabajar de Nuevo, hacia unos años había visitado
lo que sería por última vez a mi familia del sur, visite lugares cercanos,
siempre me llamo la atención los lugares recónditos y alejados, las costumbres
de otros lugares que aunque sigue siendo México cada lugar es una cocina
diferente, comencé a tomar fotos con mi teléfono, a las personas a los puestos
de comida a la vegetación, y así comencé a tomar fotos de cosas que tal vez
para unos sean insignificantes, pero para mí era únicas. La vida continuaba y quería
aprender más, pero a veces somos tan tontos que nos dejamos influenciar por lo
que nos dicen los demás y no lo que realmente queremos, yo creo que le debo mi decisión
a un acontecimiento, no en si la persona pero si a mi tiempo con él ; lo conocí
una noche, yo y mi mejor amiga nos dirigíamos a una fiesta, era tarde pasaban
de las once, yo no estaba muy renuente a salir, pero Michelle me convenció de acompañarla,
llegamos a la fiesta y el lugar estaba repleto, nos instalamos en un lado de la
cocina al fondo, y comenzamos a charlas con las personas del lugar, no se podía
caminar, en unos instantes me encontraba sola en un extremo de la barra de la
cocina, y ahí estaba el jalándose las mangas y escondiéndose la cara con la
capucha del suéter. Le sonreí y el también me sonrió, sonrisa de la cual me
arrepiento y sigo pagando hasta ahora.
el me hizo llorar, reír, preocuparme como jamás lo hice por alguien,
vivimos algo increíble, días de paseos y bares en el centro, noches de cenas en
la central, largas caminatas a su departamento, viajes, acampar, perdernos sin más, nunca establecimos lo que
estaba pasando, yo solo sabía que quería estar con él, a veces cocinábamos
juntos o yo le preparaba un desayuno, y él me sorprendía con una cena, conocía
a su madre y no era extraño para mí, sabíamos mucho uno del otro, los viajes en
carretera nos ayudaron a entendernos mejor, pero me equivoque, y así como puedes creer conocer a una persona
aprendes que nunca lo hiciste, lo fácil que todo se desmorona; sentimos que perdemos
todo, o al menos gran parte de nuestra esencia, siempre lo recordare por las
cosas que me hizo sentir, por lo que viví y aprendí, el daño que me causo se
queda grabado, pero también es una enseñanza, uno debe agradecer las sacudidas
de realidad de vez en cuando por que nos orillan a tomar decisiones acertadas.Mi madre me dijo una vez que a esta vida
venimos a ser felices, y yo decidí que quería serlo y que más haciendo lo que
me gusta, la vida da muchas vueltas y es demasiado corta para no aprovecharla,
todos deberíamos hacer lo que nos gusta al menos una vez en nuestra vida, y
debemos trabajar para lograrlo ya lo dijo
Gustavo cerati…
“mereces lo que suenas”.